La Virgen se despide del mercado. Una marca pionera en la adaptación de la cerveza artesana al público «mainstream», sin sacrificar calidad. Una defensora de la comunidad cervecera que apostó por la apertura y la accesibilidad.
💪Un camino de apertura y confianza
La Virgen simplificó el lenguaje cervecero, acercando este apasionante mundo a nuevos consumidores. Supo ser ese primer paso para muchos que, gracias a sus cervezas asequibles, se animaron a explorar el universo craft.
🍻Más allá del «mundo craft»
Es hora de mirar más allá de la burbuja especializada. Visitemos a esos clientes que tenían a La Virgen como opción, y a aquellos que no. Ahí nos encontraremos ese puente que se construyó y que unió ambos mundos, el camino que la marca ayudó a construir, prácticamente en soledad.
😉Un momento bisagra para la cerveza
El «mundo de la cerveza no está jodido», está en pleno crecimiento y transformación. En este momento crucial, necesitamos más actores, más humanidad, menos crítica y más unión. La diversidad atrae a un público más amplio, y la empatía con las diferentes marcas es clave.
🍻La Virgen se va, pero su legado queda
Hoy perdemos una marca importante, un ejemplo de apertura y construcción de comunidad. Que su adiós sirva como una profunda reflexión para el futuro del craft.
Por último, pero no menos importante, ojalá que todas las personas que aún hoy formaban parte de La Virgen tengan la energía y motivación suficiente para continuar aportando al mundo cervecero. Porque también, de profesionales con experiencia en el sector es lo que hace falta.